Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

15 de diciembre de 2014

Deportes: el síndrome Oliver y Benji

Por: Diego Nicolás Salamanca Vergara

En la actualidad, el mundo del deporte obliga a elegir todo el tiempo. La publicidad y las grandes marcas deportivas han creado la idea de que todo es blanco o negro y se dedican a vender iconos antagónicos que no solo generan grandes admiraciones, sino que llevan a valorar las cosas relacionadas con el mundo del deporte según criterios totalmente ajenos al desempeño en los escenarios de competencia. No obstante, en muchos casos estos iconos o modelos resultan ser tan antagónicos que se vuelven complementarios o parecidos y en cuanto a su desempeño deportivo se mueven en un ambiente totalmente ajeno a las rivalidades personales o la contradicción con un opuesto.

Hoy en día se encuentra que los opuestos diametrales dominan todas las disciplinas del deporte. Para cada liga, cada país y cada deportista, existe un contrincante que representa todo lo contrario. Roger Federer y Rafael Nadal, en tenis, LeBron James y Kobe Bryant en la NBA y ni hablar del fútbol, donde Lionel Messi y Cristiano Ronaldo o José Mourinho y Josep Guardiola son muestra clara de este fenómeno, por dar los ejemplos más relevantes. Asimismo, todo lo que rodea el deporte, compite en el mismo sentido. Nike o Adidas, Barcelona o Real Madrid, Lakers o Celtics, Argentina o Brasil, Pro Evolution Soccer o FIFA, Boca o River.

Olvidando el deporte, perdiéndose de mucho

Al que no le guste Messi, seguramente le gusta Cristiano Ronaldo, y viceversa. Así lo han vendido. En este sentido, campañas mediáticas y comerciales a favor o en contra de cada uno de estos genios del fútbol se ha vuelto algo de todos los días. Que Messi no paga impuestos, que Cristiano es un ser detestable y cosas por el estilo se leen y escuchan con frecuencia.

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Nadal Vs Federer (fuente)

En este contexto, la valoración deportiva pasa a un segundo plano. Entonces, el hecho de que los dos lleven cinco temporadas de manera consecutiva registrando más goles anotados que partidos jugados, que entre los dos han ganado el premio de máximo goleador de la UEFA Champions League durante siete temporadas o que se reparten los últimos 6 balones de oro, pasa desapercibidos dentro de esta guerra mediática, comercial y para la cual aplica cualquier adjetivo menos deportiva.

Y el hecho de olvidar lo deportivo, que es lo que los ha llevado a donde están no es el único problema. La consecuencia inevitable de enfocar el perfil de llámese Messi o Cristiano Ronaldo, Guardiola o Mourinho, Nadal o Federer o cómo se llamen, es que el aficionado del deporte está siendo llevado a privarse de los talentos más grandes que ha visto en su vida. Por más gusto que genere el tenis de Roger, por ejemplo, es un despropósito no disfrutar el animal competitivo y el tremendo atleta que es Rafa Nadal. Como es un sinsentido pensar que los equipos que no juegan como el Barcelona de Guardiola, juegan mal y negarse a disfrutar el trabajo táctico que le ha dado Mourinho triunfos en todo momento y lugar.

Es decir, el daño de dejar pasar lo deportivo a un segundo plano, llega en sentido estricto para el aficionado al deporte que pasa a convertirse en un aficionado a un perfil que olvida los criterios deportivos.

¿Y los protagonistas?

Ahora bien, es interesante preguntar qué piensan Federer y Nadal, Kobe y LeBron o Messi y CR7 del otro y hasta qué punto su consolidación como imágenes antagónicas es motivada y alimentada por ellos mismos.

Pues bien, Messi y Cristiano han manifestado, haciendo eco de su profesionalismo en más de una ocasión que su relación es completamente normal, de colegas cuyo respeto es mutuo y estilo de hacer las cosas, diferente. De hecho, en el pasado mes de mayo, quedó claro que no existe el más mínimo conflicto entre los dos cuando, en la final de la Copa del Rey, Cristiano fue a charlar amigablemente con un desconsolado Messi que acababa de ser derrotado y que se mostró muy espontáneo frente al saludo de portugués.

Por otro lado, Federer y Nadal constantemente han manifestado tener una relación no solo profesional sino de amistad. Han hecho múltiples exhibiciones deportivas en conjunto y siempre han hablado bien del otro. Incluso, Federer ha llegado a decir que siempre le hace fuerza a Rafa para que gane los partidos.

Entonces, estos ejemplos lo que muestran, claramente, es que ellos son tipos normales y que hacen su trabajo totalmente ajenos de competir, ridiculizar o descalificar al otro que es la imagen que se suele vender de ellos. Como aficionado al deporte, la mejor alternativa es, sin duda, priorizar eso y disfrutar de los grandes talentos de los que se tiene la fortuna de ser contemporáneo.