5 de agosto de 2015

Alcaldía de Bogotá: ¿para o sigue la Bogotá Humana?

Por: Daniel Del Castillo R

Sin atardarnos en el contexto, que todos conocemos, las próximas elecciones locales se dibujan altamente reñidas por cuanto, primero: el alcade Petro cambió el paradigma de la política capitalina, hacia un mayor humanismo de corte socialista, y desearía ver la continuación de su obra política, que fue darle un gobierno de izquierda radical a la capital del país. Este contexto implica la radicalización del discurso de los candidatos en cuanto a dicha política, ya que se sugiere no desmontarla, o al menos tan solo de forma parcial. Por otro lado, existe un malestar en los candidatos, que remonta a un malestar ciudadano: estos no satisfacen, ya sea por pertenecer a la política tradicional del país, ya sea por aspirar a cargos que ya ejercieron, lo cual significaría un cotinuum político; o por no contar con la suficiente experiencia, ni haber ser elegidos antes a un cargo de la función pública.

La herencia política de Petro

Petro cambió el paradigma de la política pública en Bogotá. Era bien sabido que la capital usualmente votaba a la izquierda, pero nunca antes de este gobierno la política pública había dado un verdadero giro a la izquierda. La célebre Bogotá Humana que creó escuelas, hospitales, puso el agua gratuita, cambió el esquema de recolección de basuras hacia un modelo más inclusivo; favoreció a los estratos 1, 2 y 3. Petro aspira a que su política no vaya a ser desmontada por el nuevo alcalde, al contrario: que esta continúe. No olvidemos que finaliza su mandato, marcado por su destitución – así esta fuera provisional – ya que el proceso continúa hasta el día de hoy.

Pero la lucha por el poder que representa la Alcaldía de la capital, no le dejará el camino libre al candidato petrista. Pesos pesados de la política local surgieron en la lucha por el poder: en primer lugar, el ex alcalde Enrique Peñalosa. Por otro lado, la ex alcaldesa Clara López. Además, surgieron los candidatos de los partidos tradicionales: el bastante polémico Francisco Santos; y el liberal Rafael Pardo. Se agrega el candidato de la Alianza Verde, el abogado externadista Carlos Vicente De Roux. Finalmente, los candidatos Ricardo Arias Mora, y Alex Vernot.

María Mercedes Maldonado – abogada externadista con maestría en urbanismo en París y alcaldesa encargada por el presidente Santos durante la destitución de Petro – se perfila como la candidata petrista. Ex secretaria de planeación y hábitat, lanzó su candidatura oficial el pasado primero de julio. Es la candidata del continuismo de la Bogotá Humana, y se presenta por el movimiento “progresistas”. Su trabajo se ha concentrado en los barrios periféricos de la ciudad, en particular el Plan de Desarrollo local, en el cual ha trabajado estos años. Ella hereda el capital político petrista en los sectores populares. Los temas que defiende son los siguientes: atención a la primera instancia, la educación con la jornada única, la salud pública y la seguridad con la reducción de homicidios, la seguridad en el Transmilenio. De hecho, su enfoque de la seguridad local resulta interesante, por cuanto está basado en la prevención, la convivencia y la inclusión social, en vistas a evitar la estigmatización de los jóvenes. En temas de movilidad, insiste en una mejor gerencia que vuelva eficaz el SITP y el metro. Finalmente, afirma que su política más innovadora es aquella que prevé para con los jóvenes de los barrios más difíciles, a quienes busca brindar oportunidades laborales y de recreación cultural, que los extraiga de las dinámicas delincuenciales las cuales tienen tendencia a seguir.

Los temas álgidos de la campaña electoral

La carrera electoral se presenta álgida. Primero, resulta impresionante observar que los mismos candidatos a las presidenciales de 2014, se presentan ahora a la Alcaldía de la capital: Clara López, Marta Lucía Ramírez, Enrique Peñalosa, el clan Santos… Esto evidencia un déficit de liderazgo político en el país: no hay nuevos candidatos relevantes. Luego, no hay renovación de la política local. Segundo, las luchas políticas se orientan a desbancar a Clara López. En su columna del 12 de abril para El Tiempo, Mauricio Vargas afirma que la izquierda no merece ganar las elecciones por cuanto las administraciones anteriores, dejaron la ciudad en muy mal estado (contaminación, cerros orientales, espacio público, seguridad, micro-tráfico); siendo que la pobreza disminuyó en ciudades dónde las administraciones locales no eran de izquierda (Bucaramanga y Barranquilla). Pero, independientemente de la carrera electoral, afirma Enrique Santos Molano para El Tiempo que: “los ciudadanos en las elecciones de octubre no van a votar por nombres, ni por eslóganes vacuos. Los ciudadanos van a votar por programas de gobierno serios, explícitos, concretos, claros, que los convenzan de la calidad y capacidad del o la aspirante a suceder a Gustavo Petro. Y van a exigir que esos programas triunfadores en las elecciones sean la parte sustancial del plan de desarrollo, y ejecutados con el rigor que debe caracterizar una administración honesta y al servicio de la ciudad”.

Los debates centrales son la movilidad, la educación y la seguridad. Al respecto, La Silla Vacía nos muestra que las posturas de los diferentes candidatos no son tan distintas, por ejemplo sobre un tema álgido como lo es la financiación del metro de Bogotá. Bien es sabido que la Nación participará en esta, pero que después la financiación tendrá que ser privada sí o sí. Los candidatos tienen posturas similares alrededor de que no sería la financiación privada la mejor opción para hacer el metro, por cuanto no les conviene proponer un aumento de la imposición fiscal. Esta medida es muy impopular en tiempos de campaña. En educación, el último informe del PNUD dicta la parada: hay que educar con calidad, para mejor equidad. Los desafíos que se imponen a los candidatos son numerosos en este sentido (El Tiempo, 28 de julio de 2015). Finalmente, en temas de seguridad, los atracos callejeros, el hurto, el homicidio y los delitos cometidos por menores de edad, siguen siendo problemáticos, sobre todo teniendo en cuenta que el 30% de los homicidios se concentra en 50 barrios de la capital. Se plantea la necesidad de coordinar mejor con las fuerzas de policía y con el sector de la justicia la seguridad de los capitalinos. El tema de la inclusión social, ya mencionado por Maldonado y que se esconde detrás de los problemas de seguridad de la capital, también es defendido por Clara López.

Las perspectivas

Según el análisis de la última encuesta de la Silla Vacía, va punteando la Dra. Clara López. Ella permanece estable, aunque ni su imagen favorable ni la intención de voto por su candidatura aumentan considerablemente. La Dra. López no tiene la batalla ganada. Le pisan los talones tanto el candidato liberal Pardo, como el exalcalde Peñalosa. Pardo se enfrenta a una caída de su imagen pública, aunque esta tampoco es un desastre por cuanto es el candidato con la menor imagen negativa de todos. Por ende, se posiciona bastante bien entre los indecisos y los analistas recomiendan que se asocie con Peñalosa. Por su lado, el exalcalde viene rezagado pero subiendo. A pesar de sus giros partidistas (hoy se presenta por Cambio Radical), y su antigua alianza con Uribe – que dilapidó casi todo su capital político – su imagen se ha venido saneando. Francisco Santos “sigue enredado” según La Silla Vacía ya que su intención de voto se estancó, siendo que su imagen pública sigue siendo bastante negativa.

El resto de candidatos se encuentran muy lejos en su intención de voto, en particular Maldonado, De Roux, Arias Mora y Vernot. Maldonado sigue siendo muy desconocida; De Roux está estancado en su intención de voto y su imagen favorable decayó; Arias Mora quien parte muy bajo en su intención de voto; y Vernot quien no sobresale para nada en las encuestas.

En conclusión, parece que estas elecciones se definirán entre López Obregón y el candidato que surja de la alianza Pardo-Peñalosa; si esta se produce.