Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

20 de enero de 2016

Unión Europea: sin diversidad dentro de la diversidad

Por: Andrés Felipe Correa - Cátedra Europa.

El continente europeo ha sido reconocido por ser la cuna de los derechos humanos, además de contener una mezcla de culturas y lenguajes muy diversos, y esto indudablemente ha sido determinante en sus relaciones con la sociedad civil europea, lo cual obedece a su larga tradición humanista. Sin embargo, cuando se examina el caso concreto de la población Lesbiana, Gay, Bisexual, Transexual, e Intersexual (L.G.B.T.I.), resulta insatisfactorio el rol que la Unión Europea (UE) ha asumido en el reconocimiento y garantía, de manera generalizada, de los derechos fundamentales de estas personas. Es por esto que ha perjudicado, asimismo, la libre movilidad de las parejas del mismo sexo por falta de igualdad jurídica.

Cuando uno se remite a la Convención Europea de Derechos Humanos, no es sorprendente ver que de hecho es la UE quien ostenta uno de los catálogos más grandes de derechos humanos y que promueve la no discriminación tanto a nivel interno como externo; y es mediante el Tratado de Lisboa y la Carta de derechos fundamentales que se ha reforzado una legislación en contra de la discriminación, incluida la motivada por la orientación sexual. No obstante, en la práctica resulta ser diferente. En una encuesta realizada en el año 2012 a 93.000 sujetos a lo largo de la Unión, por parte de la agencia de los derechos fundamentales de la UE, el 47% de los consultados dijeron haberse sentido acosados o discriminados por su orientación sexual, y lo que es todavía más impactante, el 59% de los encuestados aseguraron que una de las razones para haber sido atacados física y/o verbalmente es en gran medida por pertenecer al colectivo LGBTI.

La lamentable situación de la minoría LGBTI en Europa

Algo que sin duda hace que el trato no pueda ser más acorde con lo que sucede realmente, es que aproximadamente el 78% de los afectados por crimen de odio y/o discriminación nunca llegan a reportarse como víctimas. Este comportamiento puede explicarse en la medida que, en algunos Estados, la disposición por parte de algunos políticos frente a estos temas es más bien de carácter reacio, lo cual se evidencia en la poca acogida que tienen los desfiles de esta comunidad en dichos países, como es el caso de los países miembros de la Europa Oriental, probablemente infundados por su pasado y tradiciones soviéticas. Así, es evidente como la mayoría de iniciativas que a bien la UE ha emprendido para disminuir la discriminación hacia estos colectivos, como tratados y cartas de derechos humanos, no han sido del todo efectivos por incompatibilidades con los gobiernos de turno o por falta de educación para incentivar la tolerancia y el respeto hacia estas personas.

Aunque uno podría decir que la mayoría de países que han aceptado el matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas del mismo sexo, equiparando totalmente a las parejas homosexuales con las heterosexuales, son europeos (incluyendo también al primer país a nivel global en avalar estos derechos), al interior de la Unión este no es un comportamiento generalizado. Actualmente los países que han legalizado el matrimonio igualitario son Holanda (2003), Bélgica (2003), España (2005), Suecia (2009), Portugal (2010), Dinamarca (2012), Francia (2013), Reino Unido (Inglaterra y Gales en 2013 y Escocia en 2014), Luxemburgo (2015), y más recientemente Irlanda (2015).

Un factor decisivo para que no haya todavía una política horizontal en toda la Unión es que los temas legales respecto de los estados civiles de las personas y todo lo relacionado con la familia siguen siendo exclusivos de los ordenamientos internos de cada miembro. Así, mientras en un grupo de países se reconoce el matrimonio (como Luxemburgo), y en otros tantos es reconocida solamente una forma de unión civil (como es el caso de Hungría), existen países en donde no se reconoce en absoluto (Lituania). Un comportamiento muy parecido ocurre en lo referente a la adopción homo parental, la cual no es avalada a lo largo de la comunidad de manera uniforme.

Lo que sucede con esta brecha es que, en ultimas, se está vulnerando el derecho a la movilidad de estas personas, que es un principio fundacional de la misma UE. Si una pareja homosexual se encuentra en Holanda con sus derechos totalmente avalados y equiparados a los de una pareja heterosexual, con todos los beneficios que ello supone, y decide cambiar de residencia a otro país como Italia, en donde no se reconoce ningún tipo de unión, de facto se le están restringiendo los derechos de los que debería poder gozar en cualquier parte donde esta decidiera vivir, por lo que su libertad de movimiento se ve claramente restringida.

Las respuestas por parte del movimiento LGBTI

Es por esta razón, que el colectivo LGBTI, aprovechando el marco de los pasados desfiles de orgullo gay, ha exigido una mayor pronunciación por parte de la Comisión Europea en lo que a esto respecta. Y es indudable que la UE, gracias a la gestión que ha desarrollado el Parlamento, es consciente que esto representa uno de los mayores retos para su proyecto de integración, porque a razón de haber preservado la autoridad de los gobiernos a legislar sobre estos temas en específico, de manera individual ellos no los están regulando como se debería o incluso los están desconociendo; esto está poniendo en tela de juicio los objetivos primordiales de la UE, como lo es la libre movilidad de personas. El subgrupo del Parlamento europeo para los derechos LGBTI ha estado continuamente trabajando sobre este tema en particular, exigiendo una consolidación y protección integral de los derechos para los individuos LGBTI y sus familias, pero los avances con la Comisión siguen sin evidenciar mejorías sustanciales más allá de la no penalización de la homosexualidad en la mayoría de los países. Se necesita que los Estados reconozcan y protejan los derechos a estas familias, pues ello obedece a un principio del proceso de integración del cual decidieron formar parte desde un comienzo.

Mientras tanto, lo que le resta a la Unión Europea es seguir haciendo alarde de ser uno de los promotores de la no discriminación por la orientación sexual a nivel global, aunque de puertas para dentro, como ha pasado en muchas ocasiones, se encuentre de manos atadas para poder aplicar lo que predica.

Referencias El Libre Pensador:

Europa.eu – The rights of LGBTI people in the European Union.

Europa.eu – LGBT Survey 2012.

Rainbow Europe – Overview of the human rights of lesbian, gay, bisexual, trans and intersex (LGBTI) people by ILGA-Europe.

The European Parliament´s Intergroup on LGBT Rights – Freedom of movement for LGBTI people.