Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

2 de marzo de 2015

Kofi Annan propone, pero las FARC disponen

Por: Daniel Del Castillo Rengifo

Recientemente fuimos testigos de la intervención de un representante de la comunidad internacional de peso pesado en los diálogos de paz en la Habana: se trata ni más ni menos que del ex secretario general de la Organización de Naciones Unidas (1997-2006) y premio Nobel de Paz (2001), el ghanés Kofi Annan[1]. ¿Cuáles son los análisis que podemos derivar de su intervención en este proceso?

Kofi Annan se pega un baño en los temas más álgidos del proceso de paz

El 23 de febrero, el presidente Santos se reunió con el premio Nobel de Paz. Ambos hombres destacaron que lo importante era garantizar a las víctimas del conflicto sus derechos de acceso a la verdad, reparación y garantías de no repetición. Annan, verdadero experto negociador internacional, insistió en que el proceso es apoyado “por el mundo entero” (Blu radio); si bien, haciendo alarde de fino realismo, reconoció – en múltiples oportunidades – la dificultad manifiesta en llegar a un acuerdo. Está claro que su visita busca blindar al proceso de los ataques de sus más acérrimos contradictores; en relación, primero, al apoyo internacional que esta visita significa, y la aplicación de los estándares internacionales usados en la resolución de conflictos (El Tiempo); segundo, al supuesto riesgo de impunidad que implica (Presidencia de la República). Ahora bien, casi no se supo que Annan también se reunió con la bancada del Centro Democrático (La Fm) durante dos horas, en las que escuchó la diatriba de Uribe – acompañado, entre otros, por la fanática senadora Paloma Valencia – por cuanto el proceso estaría favoreciendo la extorsión y poniendo en riesgo al sector privado en Colombia. En efecto, este partido ha querido capitalizar a su favor y en contra del proceso, el aumento de la extorsión en Colombia en 1,7% para 2014 (El Colombiano); siendo que el resto de estadísticas de la violencia son en su mayoría alentadoras. El 25 de febrero, al igual que lo hizo Antanas Mockus hace poco, Kofi Annan llamó a la paz entre Santos y Uribe quienes: “deberían hablar a puerta cerrada (…) discutir sus diferencias a solas y encontrar una salida y llegar a un consenso que va a ser de ayuda para el proceso y para el país”. Estos acontecimientos, constituirían el baño que se pegó, en los temas más fundamentales del proceso de paz, como lo son: el acceso a la verdad de los hechos para las víctimas, el necesario equilibrio entre justicia y paz (La FM & Revista Semana), la justicia transicional a la colombiana, las ventanas de oportunidad política para alcanzar el acuerdo en un contexto polarizado por la oposición y la importancia de la memoria histórica.

En la Habana, Annan saca a relucir su talante diplomático, pero las FARC le cierran el paso

El 26 de febrero Annan llegó a la Habana. En el comunicado emitido por las FARC (Hsb noticias) nos enteramos que el hábil negociador le apostó al cese al fuego bilateral: “si el cese bilateral fuera aprobado, sería algo que todos apoyaríamos porque habrían menos personas muertas mientras se está negociando”. Al mostrar al grupo insurgente los beneficios de esta posibilidad, la plantea de forma atractiva para ellos. Pero las FARC no dieron su brazo a torcer, no aceptarán el cese al fuego a menos que el gobierno dé vía libre a su propuesta en 10 puntos, que han llamado: “Hacia una Nueva Colombia sin víctimas”; y que, según ellos, está en concordancia con los principios internacionales de las Naciones Unidas y los derechos humanos, además de los derechos de las víctimas que ya fueron mencionados. Insisten, en particular, en que así como ellos están prestos a reconocer su responsabilidad frente a las víctimas, también lo deben hacer en primer lugar el Estado, los partidos políticos, hasta los “poderes económicos y mediáticos (…) si no se alcanza un compromiso radical y colectivo con la verdad histórica.” Observamos que aquí radica el desacuerdo fundamental: mientras que la paz para el gobierno es la solución al conflicto en la continuidad de las instituciones y la economía; para las FARC la paz es la revolución de la sociedad. Ahora bien, la propuesta de las FARC puede ser criticada desde el punto de vista, primero, del título de la misma: “Hacia una Nueva Colombia sin víctimas”, el cual no es políticamente correcto, en especial para la opinión pública. Acaso no cuentan ellos aún – mientras no se encuentre el mencionado equilibrio entre justicia y paz – con la legitimidad suficiente para plantear las bases de una “nueva Colombia”; eso sin contar que, ni la opinión pública, ni mucho menos el gobierno desde su visión continuista, quieren escuchar nada sobre una nueva Colombia. Este camino, abriría el paso efectivamente a una constituyente que culminaría en una nueva constitución para nuestro país. Este tema no gusta[2] e impone muchas dudas, si bien – de acuerdo con Rodrigo Uprimny, analizando al eminente jurista alemán del siglo XIX Rudolf von Ihering (El Espectador) – “La capacidad pacificadora del derecho y el goce de las libertades públicas dependen entonces de que la ciudadanía tenga el sentimiento del derecho”. En otras palabras, la lucha por el imperio del derecho de las víctimas, deriva en que toda la ciudadanía tenga ese sentimiento; lo cual inevitablemente estaría orientado hacia una nueva constitución política. Esto supone años de negociación, puesto que ninguna constitución se cambia fácilmente, y es lo que piden las FARC para acabar con la guerra. Ellos mismos lo afirman, sin llamarlo por su nombre: “hemos propuesto un acuerdo político nacional para construir fórmulas que permitan alcanzar los propósitos comunes de una paz estable y duradera así como de reconciliación nacional”.

Al día siguiente, en conferencia de prensa con los líderes negociadores de las dos partes, el experto diplomático instó al gobierno a establecer un tribunal que se encargue de administrar la justicia de forma independiente (Semana), como garantía de alcanzar el equilibrio, porque sino lo hace, la Corte Penal Internacional puede intervenir, ya que Colombia ratificó el Estatuto de Roma desde el 2002. Dicho de otra manera, aquellos – incluso los cabecillas de las FARC o los representantes del Estado, o de cualquier organización que sea – que cometieron delitos de lesa humanidad, delitos internacionales, o genocidio, deben responder con cárcel por sus actos. Corresponde a los jueces independientes decidir quienes serán estas personas y cómo responderán. En síntesis, es el gran aporte de Annan al proceso; eso sin mencionar que, en un país con una justicia ordinaria en crisis y con un sistema carcelario incipiente, pensar en la posibilidad de un tribunal de esta envergadura plantea muchas dudas sobre la posibilidad de su realización y eficacia. Al cierre de esta edición, el jefe del Bloque Caribe, Jesús Santrich dio declaraciones en el sentido de que la intervención de Annan había sido “desafortunada”, ya que su discurso no era neutral, y que: “quienes ejercemos el derecho a la rebelión contra un régimen de terror no estamos dispuestos a pagar un solo  día de de cárcel“.

[1] No trataremos aquí sobre la visita a Bogotá del ex presidente de Costa Rica Óscar Arias, premio Nobel de Paz (1987), por lo que su presencia fue en el sentido del apoyo político al proceso, más no intervino directamente en el mismo, como sí lo hicieron Kofi Annan y Bernard Aronson. En un próximo artículo, analizaremos los alcances de la intervención del señor Aronson en el proceso.
[2] Especialmente, sentar en el banquillo de los acusados a los medios de comunicación, es algo que parece marcado por un profundo idealismo por parte de las FARC. Sorprende esta postura idealista, cuando se analizaba, hace apenas algunos años, que el grupo insurgente había perdido su idealismo político con los asesinatos perpetrados a sus ideólogos más fuertes, y su lucro de la asociación – atroz para la sociedad y el país – que estableció con el narcotráfico.

Recomendados Libre Pensador:

Revista Semana – Llega un experto.

W Radio – Kofi Annan se reunirá con la Comisión de Paz del Congreso.

Blu Radio – Presidente Santos pidió a Kofi Annan acompañar proceso de paz.

Prensa Latina – Kofi Annan dispuesto a ayudar en proceso de paz, afirma Santos.

El Tiempo – ‘Sin respaldo internacional el proceso no iría a ningún lado’: Santos.

Presidencia de la República de Colombia – Declaración del Presidente Juan Manuel Santos luego de la reunión con el ex secretario General de la ONU, Kofi Annan.

La F.M. – Kofi Annan: la justicia no puede ser un impedimento para la paz.

Revista Semana – “Los máximos responsables deberán rendir cuentas ante la justicia”.

La F.M. – Uribismo expresó a Kofi Annan reparos al proceso de paz.

El Colombiano – En 2014 se presentó la tasa de homicidios más baja en 34 años.

Hsb Noticias – Farc presentará nueva “decena de medidas” para la reparación de Víctimas.

Revista Semana – “Corte Penal puede intervenir en Colombia si no hay paz con justicia”.

Blu Radio – Kofi Annan: que la paz sea un proyecto nacional, un diálogo “honesto y abierto”.

El Tiempo – Kofi Annan reconoce avances en el proceso de paz.

Radio HC – Recibió Raúl Castro a ex secretario de la ONU Kofi Annan.

El País Colombia – Farc piden a Kofi Annan recordar al Gobierno la importancia del cese al fuego.

El Espectador – Por el blindaje internacional y el consenso local.

Revista Semana – Kofi Annan se equivoca, no vamos a pagar ni un día de cárcel: FARC