Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

5 de septiembre de 2014

Lesotho: ¿Un golpe de Estado mal orquestado?

Por: Juan Camilo Merlano Poveda

Según el primer ministro Thomas Thabane, el pasado 30 de agosto, ocurrió un golpe de Estado orquestado por el vice primer ministro Mothetjoa Metsing en el pequeño Reino de Lesotho, un país con muy poco eco en el sistema internacional. Ahora bien, ¿Es este intento de golpe de Estado una consecuencia de la incapacidad del gobierno de estructurar políticas macroeconómicas que cambien las condiciones en Lesotho;o es una manifestación de los intereses de ciertos grupos por tomarse el poder y establecer una agenda acorde con sus exigencias? En este artículo se pretende analizar las causas del golpe de Estado y la situación política actual de este país.

Mapa de Lesotho (Fuente)

La inestabilidad política en Lesotho

Las condiciones políticas en Lesotho han variado durante los últimos años ocasionando no sólo un alto descontento entre los miembros del gabinete del gobierno, sino también una considerable incertidumbre entre la población, con respecto al grado de autonomía con el que cuenta el primer ministro. No obstante, se ha podido determinar que el accionar del estamento militar se ha visto influenciado por intereses particulares que surgieron ante una serie de determinaciones tomadas por el jefe de gobierno.

Las tensiones en Lesotho iniciaron el pasado mes de junio con epicentro el Parlamento, cuando el vice primer ministro Mothetjoa Metsing anunció, de forma unilateral, que removería a su partido LCD de la coalición que llevó al poder al actual primer ministro Thomas Thabane; alegando que el Jefe de Estado tomó decisiones de manera arbitraria pues excluyó a su partido de las mismas. “No podemos seguir aceptando las humillaciones que el honorable Dr. Thabane está infringiendo hacia el LCD de manera unilateral y antidemocrática…”(Zihlangu & Ntaote, 2014). En este sentido, el LCD dio el primer paso para dar un cambio de gobierno y la siguiente medida era lograr cohesionar a los demás partidos alrededor de la tesis en contra de Thabane. Sin embargo, el primer ministro, previendo su posible destitución acudió a una medida conocida como “prórroga” que consiste en la suspensión del Parlamento, es decir, la interrupción de las sesiones sin su disolución. Cabe destacar que la prórroga fue debidamente firmada por el rey Letsie III (Zihlangu &Ntaote, 2014). Evidentemente, esta medida fue criticada por el LCD en cabeza de Metsing, quien afirmó que fue ilegítima debido a que no hubo ninguna consulta al resto de partidos políticos. Estos hechos ocasionaron una incertidumbre generalizada: por un lado, el primer ministro buscó por todos los métodos posibles mantenerse en el poder, hasta el punto de suspender el Parlamento y, por el otro lado, el LCD ejerció presión en distintos sectores, para que se volcaran en contra de Thomas Thabane. Estos hechos serían tan sólo el preámbulo de lo ocurrido el pasado sábado 30 de agosto.

El golpe de Estado

En tempranas horas del sábado, la crisis política encontró su punto más alto cuando las fuerzas militares se tomaron Maseru, la capital del país, un grupo de soldados atacó tres estaciones de policía y forzaron el cierre de las estaciones de radio (Mohloboli, 2014). Según los altos mandos de las fuerzas militares y del vice primer ministro, el objetivo de estas acciones no era perpetrar un golpe de Estado, sino llevar a Thabane ante el Rey. No obstante, el primer ministro desmintió esta afirmación alegando que lo ocurrido fue inconstitucional y sólo puede ser calificado como golpe de Estado (Schie, 2014). Entre tanto, un aspecto que debe ser resaltado en esta crisis es el papel de la cúpula de las fuerzas armadas luego del surgimiento de Tlali Kamoli, comandante de las Fuerzas de Defensa de Lesotho, en el escenario político y quien, se argumenta, fue uno de los que impulsó la iniciativa del golpe de Estado. ¿Por qué? El principal motivo fue la solicitud de Thabane a Kamoli de renunciar a su cargo. Como consecuencia, Kamoli se dispuso a demostrar que cuenta con mayor autoridad sobre las Fuerzas de Defensa de Lesotho, perpetrando el intento de golpe. Adicionalmente, varios efectivos de las fuerzas armadas manifestaron públicamente que Kamoli es quien comanda sus filas (AlJazeera, 2014).

En este contexto, Thabane huyó a Sudáfrica respaldado por el gobierno de Jacob Zuma y por la SADC. En los últimos días, se han sostenido conversaciones en Pretoria entre el primer ministro Thomas Thabane y el vice primer ministro Mothetjoa Metsing para darle una solución a este conflicto. Desde un principio, tanto el gobierno de Sudáfrica como la SADC manifestaron en un comunicado que respetaban las posiciones pactadas en la Unión Africana en contra de cualquier cambio inconstitucional de gobierno, y por lo tanto, solicitaron a las Fuerzas de Defensa de Lesotho replegarse y permitir que el gobierno democrático ejerciera sus funciones (Schie, 2014).

Bajo el auspicio del gobierno de Sudáfrica y la SADC, se logró un acuerdo entre las partes. No obstante, para algunos medios de comunicación lo acordado en Pretoria no es más que una demostración de la ineficacia de la SADC, principalmente porque no se cumplió con una exigencia fundamental hecha por Thabane: la necesidad de enviar tropas de los países miembros para restaurar el orden en Lesotho. En este sentido, el escenario no parece mejorar y distintas fuentes lesotenses manifiestan que se encuentran bajo el mandato de un comandante que está dispuesto a tomar acciones frente a cualquier funcionario que no comparta sus intereses. Con base en esto, es preciso afirmar que la movilización de las Fuerzas de Defensa de Lesotho se hizo con base en peticiones ilegítimas, siguiendo las exigencias del vice primer ministro y obedeciendo a un comandante que busca mantenerse como líder del estamento militar a cualquier costo.

Finalmente, el intento de Golpe de Estado no fue impulsado por la sociedad civil y no tampoco fue el resultado de las políticas del gobierno. Thomas Thabane, custodiado por algunos efectivos del ejército sudafricano, ya se encuentra en Lesotho preparado para presentarse (junto con Metsing) ante el Rey Letsie III y discutir sobre los puntos pactados en Sudáfrica. Ahora bien, ¿Habrá servido el hostigamiento de Kamoli? ¿Se mantendrá como comandante de las Fuerzas de Defensa de Lesotho? ¿Restablecerá el Parlamento Thabane? Hasta ahora las respuestas son inciertas y lo único que se puede afirmar es que no se alcanzó a perpetrar un golpe de Estado y, al menos por el momento, Thomas Thabane continúa siendo primer ministro de Lesotho.

(Este artículo también está disponible en el Boletín de Estudios Africanos de la Universidad Externado de Colombia)

Recomendados:

Aljazeera – Fresh unrest in Lesotho thwarts PM’s return

Banco Mundial  – Lesotho

Lavanguardia –   Golpe de Estado en Lesotho

Index Mundi  – VIH/SIDA – Tasa de incidencia en la población adulta

Lesotho Times – SADC has let Lesotho down

Lesotho Times- ‘Tšooana implicates Metsing in army attack

AlJazeera – Analysis: Did Lesotho’s army attempt a coup?

Lesotho Times – Coalition pact collapses