Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

2 de junio de 2015

La lectura un hábito que tiende a desaparecer

Por: Laura Sofía Lagos

Ernst Heine en su libro El Nuevo Nómada dice que “Escribir y leer han llegado a ser algo tan natural para las personas de nuestro ciclo cultural, que ya nadie se detiene a reflexionar sobre ese fenómeno”. A medida que el tiempo avanza, se puede ver cómo la lectura en los jóvenes es un hábito que no se ve con mucha frecuencia, puesto que esta se ha visto remplazada por diferentes factores, entre los cuales se encuentran las distintas tecnologías que están a su alcance.

La lectura en los jóvenes

Algunos jóvenes que tienen la capacidad de leer y escribir no encuentran muy atractiva la idea de leer un libro, esta es una de las razones por las cuales prefieren hacer otro tipo de cosas. Según una de las últimas Encuestas de Cultura realizada por la DANE las personas entre los 12 y los 25 años son los que más leen, en comparación con los que tienen 26 años o más, no obstante el promedio de libros que leen anualmente se encuentra entre 2 o 3.

Las razones más frecuentes  por las cuales no leen, conciernen a la falta de recursos para comprarse un libro o, simplemente, porque se prefiere gastar el dinero en otro tipo de cosas que se consideran de primera necesidad. Frente a lo anterior, otros dirían que fácilmente se pueden encontrar los libros por internet, pero ¿Cuántos de los jóvenes tienen acceso a este medio? , ¿Cuántos tienen acceso a un computador?— Si se detienen a pensar en los que tienen acceso a estos medios— ¿por qué ellos no leen? Puede que muchos de ellos sí tengan diferentes hábitos de lectura relacionados no solo con los libros, sino, también, con revistas y periódicos. Empero es posible que sean más los que no leen a los que sí lo hacen.  Esto se debe a la pereza que se tiene de coger un libro o las experiencias cercanas a la lectura no fueron nada halagüeñas. Verbigracia, se recuerdan las reprimendas del  colegio, leer en la biblioteca era un castigo no un placer cultivado.

Sin embargo, desde algunos colegios ahora se trata de inculcar la lectura desde la infancia, tratando de cambiar la mira sobre la  lectura. También se realizan eventos como la Feria Internacional del Libro, en los cuales se incita tanto a niños, jóvenes y adultos a disfrutar de diferentes géneros literarios. Pese a ello, la tecnología de entretención está ganándole la batalla a la lectura.

La lectura vs la tecnología

Desde el momento en el que las diferentes tecnologías como los computadores, celulares y televisores comenzaron a ser asequibles— por lo menos mucho más que antes— se ha podido ver que la sociedad poco a poco se está convirtiendo en sedentaria intelectual.  A la hora de ver televisión no es necesario hacer esfuerzo alguno, puesto que no se necesita pensar; en otras palabras, no se necesita tener ninguna habilidad en especial para poder verla.  Poco a poco, la lectura comienza a perder terreno el cual va siendo ganado por aquel grupo de imágenes que pasan y pasan y no  es necesario tener que enfocarse por completo en ellas. El sonido que sale de aquel aparato —llamado televisor— le permite saber qué es lo que sucede sin tener que estar mirando atentamente. En la lectura, en cambio, sucede totalmente lo contrario. Para saber qué es lo que se  narra, por aquellas letras plasmadas en un papel, hay que esforzarse y pensar en el significado de todas aquellas palabras que se encuentran al pasar la mirada.

Sin embargo, la televisión no es el único factor que reemplaza la lectura, también se encuentran los celulares, con estos no solo se puede acceder a las diferentes redes sociales, también a juegos online. El problema de estos pequeños artefactos es que con su corrector ortográfico muchos jóvenes no aprenden correctamente cómo escribir; con los libros no solo se alimenta la imaginación; también, es una ayuda muy útil en términos gramaticales.

Si se continúa así, alejados cada vez más de la lectura, la sentencia de Heine se hará realidad en un futuro no muy lejano  “Dentro de pocos años, a la pregunta <<Mamá, ¿qué es un libro?>> se contestará: <<Son esas cosas a partir de las cuales se hacen las películas>>. Si la frase lo dejó pensativo, entonces actúe y lea.

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