Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

18 de marzo de 2015

La gran industria que nunca pasa de moda

Por: Natalia Granados Segura

Una industria muchas veces dejada de lado por los economistas y analistas ha sido siempre un rubro en crecimiento, que sin lugar a dudas en la actualidad mueve cifras gigantescas alrededor del mundo. Las marcas reconocidas por millones de personas en el globo mueven cerca del 90% del sector de servicios, el cual es motor de desarrollo de la economía en general. Sumado a esto, la industria cuenta con un nivel de diversificación casi único que le permite desarrollarse no solamente a través del formato de casas de moda, sino influir en las economías nacionales desde el pequeño comerciante hasta el gran productor textil.

No es moda, es un estilo de vida

Desde las creaciones de Coco Chanel hasta las incursiones de casas de moda como Prada y Versace el apetito femenino por estar a la moda crece con el tiempo y la demanda a pesar de los, usualmente, exorbitantes precios tiene el mismo comportamiento. Es una industria que ha logrado generar una necesidad por parte de un público que no tiene miedo ni remordimiento de endeudarse; mujeres que gastan de más y que en últimas inyectan aún más efectivo en las cuentas de diseñadores y la industria mundial de la moda. La reciente muerte del diseñador Oscar de la Renta es claro ejemplo de esto, una marca que seguirá facturando y creciendo como lo ha venido haciendo desde el año pasado cuando aumentó sus ventas en 150 millones de dólares dejando así una fortuna incalculable para el mundo de la moda. Diseñadores reconocidos mundialmente como Gucci, Dior, Fendi, Valentino y Marc Jacobs por mencionar algunos son marcas revolucionarias de la actualidad que bajo la idea de casas de moda, ofrecen productos exclusivos que se vuelven referente mundial del modo de vestir. Logran establecer una imagen de la mujer ideal vista desde los zapatos hasta el sombrero que debe llevar, un icono que busca ser imitado por las demás mujeres del mundo y que fortalece aún más la industria.

Sumado a esto, el tipo de prendas que deben ser adquiridas por las mujeres para lograr esta imagen es usado usualmente por los pequeños empresarios textiles o los diseñadores nacionales como base de sus creaciones, las cuales fomentan el trabajo y la producción nacional. Por poner un ejemplo, la industria de la moda contribuye con un estimado de 26 billones de libras esterlinas al año para la economía británica, una cifra que es el doble de la industria automovilística y cercana al rubro inmobiliario. ¿Cómo es posible que vestidos, camisas, zapatos y faldas logren mover tal magnitud de dinero y aportar en un gran porcentaje a la economía de un país?

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CC0 Public Domain

Diversificación de pocos

La estructura misma de la industria de la moda y su desarrollo desde su misma creación le han permitido lograr una diversificación que pocos rubros de la economía tienen. La moda, más precisamente la fabricación de estas prendas “únicas” es un proceso de producción que abarca varios sectores e involucran diferentes tipos de mano de obra como de personal. La generación de una prenda surge inicialmente de la mente del diseñador, una idea concisa que desea llevar a la realidad para lo cual debe escoger los materiales adecuados, donde entra el productor textil a participar; seguido debe contratar mano de obra que confeccione la prenda, la lleve a la realidad y por último sea avalada por el diseñador. El proceso continua con la propagación de la prenda para la cual se contratan publicistas, modelos y se difunde la marca por los medios de comunicación. Como se puede ver, una sola prenda logra mover casi cuatro diferentes sectores de la economía una transferencia de dinero como de continuidad del proceso que entre un sector y el otro genera empleo, innovación y crecimiento. Las marcas reconocidas al hacer uso de varios sectores logran ahondar en cada uno y transmitir cada vez más su mensaje y el referente que genera la demanda impresionante que tiene este nicho. Los desfiles de moda mundialmente reconocidos como el de Paris y Nueva York en tan solo semanas logran mover millones de dólares en pedidos de diferentes partes del mundo. Los medios de comunicación dedican secciones enteras de sus franjas ya bien sea televisas o radiales para transmitir estos eventos de moda que aumentan su raiting. Las casas editoriales de revistas como Vogue y Elle mueven el mercado de medios de comunicación de una manera asombrosa las denominadas “biblias de la moda” facturan millones de dólares y en el caso de Vogue tiene presencia en más de 20 países y es leída alrededor del mundo por millones de mujeres.

El éxito de esta industria radica en aquellos factores mencionados anteriormente, una influencia sin precedentes en varios sectores de la economía logrando ser difundida, conocida y amada por todas las mujeres del mundo. Una industria que vale la pena ser analizada y que para los analistas debería convertirse en un sector incipiente y relevante. Como lo dice Marlene Dietrich “Nos reímos de la moda de ayer, pero nos emocionamos con la de antes de ayer, cuanto está en vía de convertirse en la de mañana”.

 Recomendados Libre Pensador:

BBC – The Fashion Bussiness

HUFF Post Style – Shannon Whitehead