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9 de agosto de 2017

Jóvenes y música de plancha

Por: Juan Esteban Guzmán Tovar

La música juega un papel imprescindible en la vida del hombre, pues esta nos traslada a momentos y personas claves, tales como: una boda, un aniversario, una ruptura amorosa, un grado, una despedida, y hasta un funeral. Sin embargo, temas como; “Cuatro Babys” (Maluma, 2016); “El Taxi” (Osmani García, 2014) y el famoso “Ras Tas Tas” (Cali Flow Latino, 2014),  son tan solo muestras de las canciones, que a más de uno nos han puesto a cantar y bailar, en la última década. Con el paso de los años, hemos evidenciado cambios no solamente en nuestra forma de vestir, hablar y pensar, también el estilo de música ha sido fundamental en esta etapa de transición.  

Menos letra, más movimiento

Haciendo una leve comparación entre la vida hace unos 20 años atrás y la actualidad, podemos definir, fácilmente, que cada vez estamos más apurados en nuestro día a día. Si bien es cierto la música es y será nuestro acompañante fiel en los quehaceres de la vida: escuchamos música para dirigirnos de un lugar a otro, mientras trabajamos, hacemos un poco de ejercicio e, inclusive, hay quienes han resuelto con música sus problemas de insomnio. Sin embargo, estamos en una época donde la presura ha protagonizado nuestros días, ha acortado distancias, y en el mismo intento de hacer las cosas más fácil, se les acusa a los jóvenes por querer vivir de todo y en todo momento, por querer abarcar cada rincón de lo irreconocible; un grave delito cotidiano para muchos, pero una de las mayores cualidades que caracterizan a esta nueva generación, sin duda alguna.

Aunado a lo anterior, y teniendo en cuenta el afán que nos captura, las letras de aquellas canciones con las que solíamos relacionar nuestros sentimientos, han pasado a un segundo plano. Y con esto no quiero dejar de un lado canciones tan reconocidas como “Morir de Amor”, (Miguel Bosé, 1980); “La Maldita Primavera”, (Yuri, 1981) o “Amor Prohibido”, (Selena, 1994), porque sin duda alguna fueron el hit de la época. Por esta razón es recomendable volver a esas raíces, donde se hablaba de amores y de odios, de sonrisas y de lágrimas, de veranos e inviernos, de locura desenfrenada y seriedad absoluta.

Sentirse identificado con la letra de una canción, hará que perduren en nuestra memora los recuerdos más sinceros, las imágenes más preciadas y, por qué no, personas que marcan nuestra vida. Pues bien, esto es un llamado de atención a todos los que a esta generación pertenecemos, pues hemos acortado un camino de grandes éxitos y talentosos artistas. La música, que para muchos es mejor identificada como la balada romántica debe perdurar: fue la música que deleitó a nuestros padres y abuelos en el pasado, la música con la que se dio el primer beso y el último adiós. Es un legado profundo y maravilloso que no podemos dejar de lado.

¿Es solo reggateon lo que escuchan ahora los jóvenes?

La nueva era de música viene con el boom del reggateon: un género de música urbano cuyos temas son, muchas veces controversiales, pero, sin duda alguna, relajados y abiertos. Sin embargo, no es solo esto el tipo de música de moda. Autores del pop, el vallenato, las rancheras,  acompañados de géneros que hasta hace poco estuvieron olvidados, como la champeta y nuevas mezclas, como la salsa choque, también son protagonistas. Todos estos singulares tipos de música llevan consigo una particularidad: alegría y sabor.

Por otro lado, me resulta difícil de imaginar que ahora los muchachos intenten conquistar a la mujer amada, dedicando un reggateon de “profundo” mensaje. Pues esta, a comparación de nuestra balada romántica, deja por completo lo más hermoso que tiene el ser humano: el amor. Esta nueva onda llega a imponer nuevos ideales mucho más superficiales, que denigran la imagen femenina, y tildan  a los hombres de animales domésticos que mantienen su cabeza ocupada con imágenes, con todo el poder de la palabra, morbosa.

La atención no puede basarse únicamente este sentido: el contenido y la forma es de igual forma importante. Es inevitable no dejarse contagiar por el buen ritmo de estas nuevas canciones, pero escuchar detenidamente de las letras y a lo que estas nos motivan, existe una decepción más que grande. Comparaciones entre mujeres y juguetes, infidelidad, desamor, nulo pudor y desprecio por todo, despilfarro de dinero, oro y plata como poder, victimizar a la víctima y condenar al abusado.

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