Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

24 de junio de 2016

El tratado migratorio entre la UE y Turquía: ¿una solución?

Por: María Alejandra Caro H. - Cátedra Europa.

Nunca antes se había logrado firmar un acuerdo en la Unión Europea en tan poco tiempo. La crisis de refugiados, la mayor desde la segunda guerra mundial, ha sido tema de gran controversia a nivel mundial, forjando grandes tensiones entre los miembros a causa de la llegada masiva de refugiados. Turquía ha tenido un papel importante, es el lugar por donde llega la mayor parte de migrantes, y acoge aproximadamente a unos 2,7 millones de refugiados políticos. Se constituye entonces como un paso fundamental en la ruta de los migrantes hacia Europa.

Presionada por la coyuntura para lograr una solución a la crisis, la UE concretó un acuerdo con Turquía, que desde el momento en que aparece es fuertemente criticado. Desde noviembre de 2015, los 28 jefes de Estado de la Unión Europea y el gobierno de Turquía, representado por el primer ministro Ahmet Davutoglu, han estado en conversaciones en Bruselas, logrando que en marzo del presente año se concretara el acuerdo de aplicar un plan de acción conjunto, para lograr poner fin al constante flujo de migrantes irregulares hacia la UE, a donde llegan aproximadamente 50.000 cada mes, según reportes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Frente a este acuerdo, han surgido argumentos contrarios, sosteniendo que se vulneran los tratados de derechos humanos, y se considera que Turquía no asegura una estabilidad ni una protección a las personas que llegan al territorio.

¿En qué consiste el acuerdo?

Principalmente se basa en que aquellos migrantes irregulares que crucen desde Turquía hacia las islas griegas serán devueltos a Turquía, y por cada sirio que sea devuelto a Turquía, otro será re-ubicado en la UE, siguiendo el principio “one in one out”.

Según Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, esta medida es un incentivo para que Ankara acepte de vuelta a los refugiados sirios, buscando evitar que éstos opten por seguir cruzando hacia las islas por el Mar Egeo de forma irregular, y prometiendo que aquellos inmigrantes que nunca hayan intentado entrar de forma irregular en la UE tendrán prioridad. Sin embargo, lo que no han contemplado es que estos refugiados no van a querer ser devueltos y sin importar esto, van a buscar la forma de encontrar una ruta alterna para poder llegar, quedando en manos de traficantes.

Adicionalmente, la UE acelerará los visados de los ciudadanos turcos, así como realizará el desembolso de 6.000 millones de euros asignados para los refugiados, con el fin de financiar proyectos hasta finales de 2018. La UE y Turquía colaborarán en conjunto para mejorar las condiciones humanitarias al interior de Siria, enfocándose en la frontera con Turquía, lo que supuestamente permitiría la existencia de “zonas seguras”. A la par, el compromiso de la UE es continuar con el proceso de adhesión de Turquía. No obstante, las negociaciones con Turquía llevan ya casi 30 años y precisamente habían quedado estancadas por el autoritarismo del régimen de Erdogan y sus graves violaciones a los Derechos Humanos.

¿Qué beneficios obtendrían Turquía y la UE con este acuerdo?

Turquía obtendrá montos suficientemente altos, brindados por la UE, para poder financiar la crisis de refugiados; y los ciudadanos turcos no tendrían la necesidad de solicitar visa para poder ingresar al espacio Schengen, además de la opción de continuar con los trámites para su adhesión a la UE. Sin embargo, la responsabilidad y el tener que recibir a los millones de refugiados no es tarea fácil, y los campos de refugiados turcos son bien conocidos por ofrecer terribles condiciones a estas personas en situación de peligro.

Por otro lado, la UE busca frenar el flujo migratorio y ponerle fin a las controversias internas que el tema ha generado, puesto que uno de sus pilares fundamentales es la libre circulación, el cual hasta el momento se ha visto en riesgo con la crisis. Al mismo tiempo, queda la sensación que al atribuirle a Turquía la administración de la crisis, la UE se “lava las manos” y asume que no podrá recibirlos a todos.

¿Pero qué pasa con las violaciones a los Derechos Humanos?

El acuerdo, aunque puede traer beneficios para las partes, ha generado ciertas detracciones con respecto a la violación de Derechos Humanos y de varios tratados internacionales. La Organización de las Naciones Unidas, a través de ACNUR, además de algunos países de la Unión Europea, que en un principio no estaban en contra al acuerdo, han dudado sobre su posible legalidad y su violación a las normas internacionales que reconocen y regulan el derecho de asilo.

Vicent Cochetel, director de la ACNUR, declaró que la expulsión colectiva está prohibida bajo El Estatuto del Refugiado de la Convención de Ginebra de 1951, el cual impide las deportaciones masivas. Por otra parte, la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1945 se refiere a que “en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en otros países”.  Con este tratado, Europa estaría limitando este derecho, siendo los refugiados expulsados y enviados de vuelta a lugares en donde sus vidas corren peligro.

Para que se pueda realizar la devolución “legal” de los refugiados, la seguridad en Turquía es de gran importancia, teniendo en cuenta que debe tener el estatuto de país seguro, pero esto es todo lo contrario. Según cifras de ACNUR, sólo el 9% de los 2,7 millones de refugiados viven en campamentos con necesidades mínimas cubiertas, y gran parte de ellos no se encuentran en condiciones adecuadas para vivir dignamente, a la vez que se encuentran expuestos a diferentes formas de violencia y discriminación. Además, Turquía es un país en el cual históricamente la UE ha evidenciado fuertes violaciones a los Derechos Humanos. Se le considera un país en donde estos no son garantizados. Sin embargo, ahora este país que puede ser considerado como “seguro” por la UE, la cual no se pregunta por qué millones de personas huyen cada año de allí.

En conclusión, estas son algunas de muchas contradicciones que van de la mano con el tratado, críticas que generan dudas acerca de si el propósito es llegar a una solución en donde las partes se vean beneficiadas, especialmente los refugiados quienes son las víctimas de esta guerra, o simplemente fue una decisión política y rápida, que no tuvo en cuenta el marco jurídico internacional en la materia.

Referencias El Libre Pensador:

Consejo de la Unión Europea – Declaración UE-Turquía.

El periódico – Acuerdo que negocian la UE-Turquía, en seis puntos.

El periódico – El pacto con Turquía para la expulsión de refugiados vulnera 5 tratados internacionales.

El Mundo – ONU asegura que el acuerdo entre Bruselas y Ankara no es compatible con la legalidad.

El Espectador – Unión Europea y Ankara un pacto peligroso.

The Guardian – Turkey and EU agree outline of ‘one in, one out’ deal over Syria refugee crisis.

BBC Mundo – Acuerdo UE-Turquía crisis de refugiados.

Podemos – El acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía: un paso más en la crisis de valores y Derechos Humanos de la UE y un claro incumplimiento del mandato del Parlamento por parte del gobierno en funciones.

Vox Europ – Un acuerdo “perverso, legalmente cuestionable y moralmente inaceptable”.